La fábrica de pasta Antiche Tradizioni di Gragnano es un lugar que en armonia con la tierra, las tradiciones locales y la cultura, tiene viva un arte iniciada en el 500. Guiados de una grande pasión, cura cada mínimo detalle de la producción para ofrecer una pasta rica de historia, gusto y calidad, reconocida como tal en cada parte del mundo. En efecto no es un caso que la fábrica de pasta Antiche Tradizioni di Gragnano sea certificada de la Universidad de la Cocina Mediterranea como auténtico guardían de un arte antiguo capaz de traer “felicidad” a la mesa.
Hemos hecho algunas preguntas a Vincenzo Parmendola, gerente general de la empresa Antiche Tradizioni di Gragnano.
Pertenecen a una antigua familia de macaronari, hoy a la cuarta generación. ¿Qué cosa significa para ustedes el arte de hacer pasta?
Para nosotros producir pasta no es un trabajo sino el arte de convertir en amor incondicional esas emociones que desde la infancia aprendimos de nuestros abuelos, es decir producir una pasta artesanal que tenga en ella el perfume del trigo.
Storci le ha suministrado una línea para la producción de pasta larga y una de pasta corta, ¿nos explica en que modo las líneas Storci han contribuido a la creación de una pasta de calidad como la vuestra?
Al día de hoy es de fundamental importancia estar al paso con la tecnología, siempre en continua evolución pero para nosotros la palabra de orden queda siempre conservar los sabores y la artesanía de un tiempo. Gracias a las prensas de Storci, empresa con quien tenemos una relación profesional que dura da casi quince años, hemos llegado a éste resultado, perfeccionando aún más la calidad de nuestro producto.
La vuestra es una fábrica de pasta de excelencia, certificada IGP-IFS –BRC. ¿Cuáles proyectos tienen a corto y largo plazo?
Todos nuestros proyectos, de cuando hemos iniciado a producir pasta, estan en el corto o largo plazo, dirigidos hacia un único objetivo, que es esencial para nosotros: producir pasta de calidad.