Pasta rellena: dos palabras que evocan sensaciones culinarias arraigadas en el tejido alimentario tradicional de nuestro país, de hecho, somos admiradores y grandes consumidores.
Frente a esto, las empresas que lo elaboran están cada vez más atentas a la calidad del producto para ofrecer a un público exigente en cuanto a sabor. En cuanto a la producción estrictamente artesanal, a partir de pequeñas cantidades, no supone ningún problema hacer una pasta con un relleno cremoso, suave, sabroso y bien dosificado.
A nivel industrial, sin embargo, todo se vuelve más complejo.
En la fase de distribución del llenado, los sistemas de dosificación tradicionales funcionan mejor solo si el llenado en sí es bastante "seco" y, para ello, el fabricante a menudo se ve obligado a agregar ingredientes de menor calidad (por ejemplo pan rallado y/o papas); esto conduce a una reducción en la calidad del producto perceptible no solo en el paladar sino también visible en la etiqueta de los ingredientes.
Un viejo problema que llevó a Storci a desarrollar un prototipo destinado a producir ravioles de doble hoja con rellenos cremosos y suaves. Aquí está la primera máquina de ravioles fabricada íntegramente por Storci con un sistema de dosificación patentado porque es revolucionaria, ya que es capaz de distribuir un relleno cremoso dosificado de forma discontinua y en fase con los rodillos formadores sin ensuciar la masa.
El nuevo sistema de dosificación trabaja a alta velocidad, pudiendo llegar a 150/180 dosis por minuto (3 dosis por segundo) con gestión completamente electrónica de los tiempos y fases de dosificación mediante PLC y panel touch-screen.
Adecuado no solo para rellenos cremosos y homogéneos sino también con pequeños trozos de ingredientes como camarones, espinacas y mozzarella, para satisfacer las tendencias más recientes del mercado de pasta fresca gourmet generalmente disponible solo en gastronomía.
El sistema de dosificación está montado sobre un marco de acero inoxidable con ruedas para poder separarlo fácilmente del cuerpo principal de la máquina y llevarlo a la sala de lavado para su limpieza y desinfección.
La actividad en torno a este prototipo todavía está en marcha para probar algunos de los parámetros esenciales para ser una máquina Storci: en particular fiabilidad mecánica para producciones industriales porque estamos hablando de máquinas que funcionan las 24 horas del día; y luego siempre mucha atención a todas las mejoras relacionadas con la higiene y la facilidad de limpieza.
En resumen, Storci es una garantía desde el proyecto hasta la realización final.