En Alemania, en Kleinkötz, surge una hermosa realidad familiar, en la que, junto a la actividad principal de la empresa avícola, se ha unido, en los años siguientes, la producción de pasta. Le preguntamos al Sr. Martin Geiger, propietario de la empresa, de contarnos la historia de su empresa y también algunas anécdotas relacionadas con las relaciones con nosotros de Storci.
Señor Geiger, le pedimos que nos cuente brevemente cómo nació su empresa.
Todo comenzó hace treinta años en nuestra granja cuando tenía doce años y compré dos gallinas. Empecé a vender huevos yendo de casa en casa con mi bicicleta. El número de gallinas ha aumentado constantemente a lo largo de los años.
A principios de los años 2000 nos encontramos con 1100 gallinas que se convirtieron en el 2012 en 15000: de repente teníamos una producción "exagerada" de huevos y teníamos que decidir cómo usarlos, y así nació la idea de hacer pasta. Comenzamos con una pequeña producción en el sótano de la granja. Es del 2019 la realización de un molino gracias al cual comenzamos a producir, de forma autónoma, el pienso y, sobre todo, comenzamos el procesamiento del trigo de nuestras tierras.
En ese momento, el espacio disponible comienza a ser cada vez menos. En el 2021 nuestra familia decide construir un nuevo establecimiento. Para nosotros, la prioridad en este nuevo proyecto es tener una ganadería sostenible a kilómetro cero y que el consumidor pueda comprender, con la máxima transparencia, cómo se crían las gallinas, de dónde procede el pienso, y cómo producimos el trigo.
Para producir su pasta solo utilizan trigo duro de alta calidad de su molino y sus huevos. Cómo fue la experiencia con Storci? En su opinión, ¿los puntos fuertes de esta empresa?
Durante un viaje a Italia, pudimos visitar varios proveedores de máquinas de pasta, pero solo cuando llegamos a Storci elegimos y decidimos. La primera impresión fue la de encontrarnos ante una empresa innovadora y vanguardista, sensación ampliamente confirmada. El 1 de agosto de 2022 se instaló la línea Easy Omnia 70 de Storci, con la ayuda de nuestra familia y del personal cualificado de Storci. Estábamos ansiosos por producir nuestra primera pasta. Ya en el momento de la instalación, pudimos constatar inmediatamente el rendimiento de las distintas partes de la máquina y conocer el funcionamiento de la instalación. Después de algunos pequeños ajustes, la línea se montó y comenzó a trabajar sin problemas, lo que nos permitió crear un buen producto. Como resultado, pensé que el técnico de Storci podría volver a casa porque pensé que, después de doce años de experiencia, ya estaba listo para hacer la pasta. Pero no fue así... porque me sorprendí al darme cuenta de cuánto todavía tenía que aprender de Storci! Gracias a esta empresa pude crear un producto de alta calidad que se destaca de la competencia. Cualquier tamaño de pasta está hecho a la perfección. ¿Uno de los puntos fuertes de Storci? Su atención al cliente: es altamente cualificada, especializada y, sobre todo, siempre disponible.